Comunicado Plataforma Latinoamericana
por el Buen Vivir, de organizaciones copartes de terre des hommes - Alemania,
ante el recrudecimiento de la violencia represiva en la región.

Algunos hechos
El
11 de enero pasado en la comunidad Mapuche Pu Lof (en la austral provincia
argentina de Chubut), se consumó un brutal operativo represivo contra miembros
de la comunidad.
Era
la tercera represión en dos días que sufrían en manos de la Policía y la
Gendarmería Nacional. Golpearon y dispararon contra niños y mujeres. Por la
fuerte presión social en la provincia y el país, días después fueron liberadas
las últimas de las diez personas detenidas en esos tres eventos.
Días
antes, del otro lado de los Andes, en Temuco, Chile el joven mapuche
Brandon Hernández Huentecol era baleado por la policía en un hecho que sigue
sin aclararse; allí mismo, la Machi mapuche Francisca Linconao sufre el
hostigamiento de la justicia chilena con periódicas detenciones amparadas por
la Ley Antiterrorista, figura legal usada para perseguir líderes populares que
se reitera en los distintos países de la región. Asimismo en Jujuy, Argentina,
la referente social e indígena Milagro Sala cumplió este enero un año como
presa política.
Así como en estos dos países,
estas situaciones se reiteran en toda la región y evidencian la tendencia creciente en América Latina y el Caribe de
políticas de represión hacia nuestros pueblos originarios y los movimientos
sociales defensores de los DD.HH y de la Madre Tierra. Así sucede también en Nicaragua, donde empresarios colonos del pacífico, con
el apoyo de sectores del gobierno están apropiando de tierras ancestrales indígenas
Mayagna, Miskitos, Creoles, (entre otros) amparadas por la legislación vigente
y convenios internacionales. Donde
también las pretensiones de construir un canal interoceánico que atravesaría el
país lesiona la soberanía Nicaragüense, al vender dicha concesión a una
transnacional China, por cien años y más.
Manifestamos
Somos 100
organizaciones diversas de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, El
Salvador, Guatemala, Nicaragua y Perú, vinculadas en cooperación con la ONG
alemana terre des hommes, con la que compartimos búsquedas de transformaciones
sociales en nuestros pueblos desde el protagonismo y la participación de los
niños, niñas y jóvenes.
Observamos
que el común denominador de esta época es el recrudecimiento de la violencia
represiva institucional, apoyados en lineamientos de Gobiernos cuya estrategia
de resolución de conflictos se basa en la criminalización de la protesta social
y la aplicación de prácticas ilegales de control social. Esta política es
funcional a sostener o reimplantar el neoliberalismo en el poder de la región,
en el que la transferencia de riquezas a los sectores más ricos, el progresivo
retiro del Estado de roles claves de la sociedad (salud, educación, trabajo,
etc.), la dependencia con los centros financieros internacionales, el aumento
de la desigualdad y la pobreza, el desmantelamiento de políticas sociales y de
derechos humanos son algunos sus rasgos más visibles. Los Estados en
nuestros países muestran debilidad en la búsqueda de la justicia, en la defensa
de los DD.HH., que se manifiesta además en represiones, usando los aparatos
represivos con que cuentan los gobiernos.
En
general en la región la legislación actual tiene desprotegidas a las mujeres y en
el marco de una cultura machista y sexista los hechos de violencia contra las
mujeres y niñas, y los femicidios continúan subiendo. La violación de los
derechos humanos en los contextos rurales y urbanos es una constante y quienes
reciben el mayor golpe son las niñas, niños y adolescentes.
Nos hacemos parte de
la denuncia planteada por las Naciones Unidas en contra de los abusos y
violaciones a los Derechos Humanos en contra de las comunidades, y que da
cuenta a través de la “Consulta regional sobre empresas y DD.HH”[1].
Existiendo el derecho
a consulta a nuestros pueblos originarios en todos los proyectos extractivistas,
energéticos u otros, proclamado por la OIT, se hace oídos sordos a las demandas
de reconocimiento a los Derechos de la Madre Tierra y así garantizar para hoy y
para las nuevas generaciones un buen Vivir para todos y todas.
Desde la Plataforma
Continental de organizaciones por el Buen Vivir repudiamos estos hechos y el
recrudecimiento de la violencia institucional en nuestros países y apelamos a
transformar y construir una región en el que los derechos de la niñez, las
comunidades y la madre naturaleza sea una realidad y el verdadero motor del
desarrollo.
[1] 2º Consulta Regional para América Latina y el Caribe sobre empresas
y derechos humanos. La reunión se celebró del 17 al 23 de enero en la CEPAL, en
Santiago de Chile. Organizado por la Oficina para América del Sur del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) y el
Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos, el
evento fue una instancia de diálogo entre los diversos actores de interés.
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